La familia es la base de la sociedad y es ahí donde se reciben las primeras enseñanzas: se aprende a hablar, cómo comportarse, modales y los principales valores que acompañan durante el crecimiento y desarrollo de las personas; también es un agente fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
La familia es un apoyo muy importante en la educación de una persona. La propia Constitución de la República reconoce que “las personas, las familias y la sociedad tienen el derecho y la responsabilidad de participar en el proceso educativo” (artículo 26).
La familia es el primer agente socializador en nuestra sociedad y constituye para el niño y niña el primer ambiente significativo. El hogar es el primer contexto social del niño, es considerado la matriz social en que se aprenden los primeros comportamientos interpersonales, el colegio refuerza esta educación haciendo de este un ambiente óptimo para el desarrollo integral del niño, y en la sociedad se refuerzan estos conocimientos, que se aprenden con mirar y seguir ejemplos.
Ahora bien para que estos apoyen el proceso de formación del niño y niña se determina las actividades como Involucrar a los padres en diferentes proyectos (relacionados con sus habilidades o destrezas) y que puedan compartirlos con los niños en distintos períodos de clases, tomando temas que los niños abordan en estas y que los padre y la comunidad en si tenga la posibilidad de ver como sus hijos actúan para así saber más a fondo que tienen que mejorar en casa y en que apoyarlo más para su óptimo desarrollo.
Esto va ayudar a que los niños sientan confianza en sus habilidades escolares y sociales, a raíz de esto también se podría llevar a cabo una muestra de proyectos artísticos, textuales o experimentales que haya hecho el niño en la escuela, es aquí donde los niños empiezan a ver el interés que tiene los padres sobre todo aquello que ellos realizar en su diario en la escuela incrementando seguridad en ellos y ganas de seguir actuando o mejorando en el entorno educativo. También esta actividad se incluiría a los padres de una forma activa, donde ellos tengan que realizar actividades escolares y recreativas tanto dentro de la institución como fuera. Con esto también los maestros tienen la posibilidad de conocer en cierta parte el ambiente que tienen los estudiantes.
Existen diferentes actividades para apoyar la formación del niño tales como:
• Conversar en familia sobre las actividades del día a día, las que más o menos les gusta.
• Escribir o conversar sobre lo que les preocupa y los motivos para estar agradecidos.
• Practicar juegos tradicionales o retos mentales, hacer experimentos o narrar historias entre todos, cantar y bailar.
Las niñas y los niños tienen preferencias, intereses y características que los hacen únicos. En familia se puede apoyar su aprendizaje de diferentes maneras, por ejemplo:
• Observando sus actividades espontáneas para reconocer sus intereses y habilidades.
• Acompañarlos con cariño y comprensión mientras están aprendiendo.
• Animarlos y destacar sus logros.
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